Juan Emilio Ortiz
Días pasados, el Ing. Gastón Mendoza, fiscal de obras del Consorcio Tape Pora demostró que cuando hay dinero de por medio, todo se puede pisotear. La autonomía municipal, el derecho del libre tránsito y todas las boludeces contempladas en la Constitución Nacional y letras muertas para ellos.
Al cerrar todas las salidas periurbanas para conectarse con zonas posteriores a la duplicación de la ruta PY 02 han desoído todas las necesidades de la comunidad de Juan León Mallorquín y embretaron a los núcleos habitacionales para circular por los diseños viales caprichosos y perjudiciales a los derechos inalienables de libre circulación. Con la colocación de reductores de velocidad en los lugares señalados se solucionaba en gran medida la seguridad de los transeúntes.
Arremetieron como vulgares ‘’ pillos y peajeros’’ con la fuerza pública en las palmas de sus manos como la GEO, POLICIA NACIONAL, PATRULLA CAMINERA CON CARRO HIDRANTE, y lo más VERGONZOSO, acompañado por el fiscal MIGUEL ANGEL ALVARENGA quien, a escondidas detrás de un poste de alumbrado público, ‘supervisaba’ el ‘trabajo’ de los obreros de Tape Pora en el cierre de los pasos inter – viales mencionados.
Una bofetada a la ciudadanía ‘común’, como diría el impresentable Carlos Portillo, una bofetada a todos los humildes trabajadores que día a día batallan para paliar sus necesidades, ya sean éstas económicas, de salud, de gestión, escolares o de servicios… una bofetada a los comunes.
Estamos cansados de quienes imponen sus actos mediante la fuerza, mediante el dinero, para resguardar sus intereses particulares o sectoriales.
La municipalidad mallorquina, al ser desoída en sus permanentes reclamos ante el consorcio y el MOPC, obró en justicia reivindicando su territorio y los derechos de quienes la habitamos, muy a pesar de aquellos legionarios comerciales quienes se ayornaron a este atropello de TAPE PORA.
Amo a mi Paraguay, pero me avergüenza la forma en que nuestras autoridades nacionales se bajan los pantalones a quienes hoy usan y abusan del pueblo. Creo que es hora de que los comunes se levanten y reclamen la dignidad saqueada por los ‘’pillos y peajeros’’ de nuestra nación.