Señalan necesidad de aprobar segunda generación de reformas y preocupación por año electoral
Paraguay necesita una segunda generación de reformas estructurales, pues las aprobadas en el 2003 ya cumplieron su objetivo y permitieron tener 20 años de relativa estabilidad y crecimiento económico. Más allá de que estemos en la antesala de un periodo electoral para el cambio de Gobierno, es vital avanzar como país y que estas reformas formen parte de una política de Estado, además de aprobar un Presupuesto para el 2023 sostenible y financiable, coincidieron en señalar el ministro de Hacienda, Oscar Llamosas, y el exministro de Hacienda, César Barreto, quienes bajo la moderación de Yan Speranza y la editorialización de Alberto Acosta Garbarino, durante Plaza Pública DENDE abordaron el tema «El Presupuesto General de la Nación: lo positivo y lo negativo en un año electoral».
Entre las reformas que deben ser aprobadas para que Paraguay pueda estar en ese privilegiado grupo de países con un mejor grado de inversión, se encuentran el proyecto de ley del Servicio Civil, el de Compras Públicas y el de la Caja Fiscal. «Hoy estamos en un punto de inflexión. Si hacemos las tareas como corresponde, aprobamos un Presupuesto (2023) medianamente sostenible, razonable, financiable, podemos lograr avanzar con las reformas”, empezó explicando el ministro de Hacienda, Oscar Llamosas.
Explicó que el proyecto de Presupuesto General de la Nación para el ejercicio fiscal 2023 se construyó nuevamente sobre un escenario complejo, recordando los antecedentes con varios años de choques que afectaron a la actividad económica, lo cual impacta en las fuentes de financiamiento del presupuesto. No obstante, insistió que el proyecto presentado es un Presupuesto financiable y austero, porque se mantienen todas las medidas de racionalización del gasto que fueron aplicadas durante la pandemia, como restricciones a contratos y a nombramientos de personal.
El titular de Hacienda dijo que si se quiere una solución de fondo en la calidad del gasto público, se requiere avanzar en reformas transversales. Coincidió en que la reforma del Servicio Civil es sumamente necesaria si se quiere mejorar la calidad del servicio y la eficiencia del gasto público.
«Siempre hay espacio para mejorar. Yo creo que nuestro Presupuesto también requiere tener una visión más de mediano plazo. Ese cortoplacismo que tenemos de enviar un Presupuesto anual creo que nos afecta de muchas maneras. Creo que tener una visión de mediano plazo ayuda, hay países que aprueban presupuestos para un periodo de gobierno estableciendo ciertos límites», refirió.
Llamosas expresó su preocupación debido a iniciativas parlamentarias de alto impacto, tanto por el lado del gasto como del ingreso, que están siendo discutidas o vetadas por el Poder Ejecutivo, las cuales representan riesgos latentes, al tiempo de señalar que el impacto de esta amplia gama de iniciativas podría ser de USD 700 millones. En paralelo también hay iniciativas que buscan reducir la capacidad de generación de ingresos que tiene el Fisco.
También recordó que otra de las principales inquietudes pasa por el déficit de la Caja Fiscal, ya que se prevé destinar para este ejercicio fiscal cerca de USD 150 millones provenientes de impuestos, por lo que es necesario avanzar en la reforma de la misma.
A ello sumó un proyecto de equiparación de la pensión que reciben los jubilados con la remuneración de los funcionarios activos, lo cual afecta a la Caja Fiscal, que de aprobarse impactaría en más de USD 200 millones, provenientes de impuestos que deberán ser utilizados para financiar esa equiparación salarial.
Entretanto, César Barreto manifestó que hacer un Presupuesto en el actual contexto que estamos viviendo no es tarea fácil, considerando que hay mucha incertidumbre internacional y local. A nivel local, expresó, es muy determinante el clima, ya que una vez que el PGN esté aprobado se sabrá si la cosecha fue buena o mala, lo cual tiene un impacto sustancial en toda la economía y también en el Presupuesto.
Además, se debe considerar el cambio de Gobierno que impacta en la ejecución presupuestaria, por los cortes administrativos y nuevas autoridades, que implica un parate de gastos aproximadamente desde mayo, con lo cual la ejecución será más baja que la habitual.
Preocupación por año electoral se alerta desde DENDE
Barreto recordó que desde DENDE se alerta desde hace un tiempo la preocupación por el momento electoral que se vive, ya que se toman decisiones fuera de lo razonable desde el punto de vista de la política económica, dentro de un contexto en el que los políticos buscan llegar a su público.
«Espero que persista cierta racionalidad, a pesar del tema electoral. Todos ellos finalmente saben que los recursos son limitados, ellos pueden aprobar los gastos que sean, pero si el Ministerio de Hacienda no recauda la plata para pagar el sueldo de un mes, va a usar la plata que tenga porque no se va a poder endeudar para pagar sueldos. Entonces, si falta plata para pagar sueldos, no va a pagar todos los sueldos, va a pagar lo que la recaudación tributaria le permita pagar efectivamente», aseveró.
Añadió que los propios funcionarios deberían ser muy cautos en una situación como esta, porque un desorden financiero finalmente terminará repercutiendo en ellos más tarde o más temprano, ya que no les sirve que se apruebe un aumento si no hay recursos para que cobren.
«Sí estamos muy preocupados, el ambiente está muy deteriorado y eso puede llevar a decisiones irracionales en procesos de discusión. Vamos a estar atentos, seguramente el ministro y todos vamos a estar alertando a la ciudadanía en general cuando veamos que estén yendo por caminos que sean insostenibles. Que aprueben un presupuesto inaplicable, inejecutable, irrealizable, hay que tratar de evitar eso», afirmó.
Barreto lamentó que la estructura presupuestaria no sea la mejor, recordando el reclamo de que el gasto público es de mala calidad. «Algo se ha ido mejorando, pero yo creo que hace falta un reenfoque. Hay cuestiones legales que impactan mucho en la dinámica, en la inercia del Presupuesto. Esas cosas no se pueden modificar solas en la forma en que se va preparando el Presupuesto cada año, porque hay leyes que condicionan la forma en que se confecciona el tema salario, contratación de funcionarios, hay reformas que necesitamos hacer para que el gasto público esté mejor, más racionalizado”, apuntó.
Asimismo, dijo que hay decisiones tomadas en el pasado que tienen impacto en el presupuesto actual, como la incorporación de funcionarios sin el perfil requerido, lo cual a su vez impacta en la calidad del gasto público. «Eso es lo que reclamamos mucho y eso requiere reformas de carácter legal. La Ley del Servicio Civil. Yo creo que hay que revisar la Ley del Educador, hay un tema relacionado con el escalafón docente que creo que no se puede poner en la ley de la forma en que está, hay que revisar porque sino vamos a tener más gastos, más gastos, más gastos, pero los servicios no van a generar los resultados”, aseveró.
Al respecto, dijo que a raíz de la mala calidad del gasto se tienen resultados de menor calidad en la educación, como por ejemplo que solamente un 8% de los niños tienen un nivel de aprendizaje razonable para arriba. Sobre el endeudamiento público, dijo que hace rato está marcado en color amarillo, pero rescató que el gobierno está cumpliendo el plan delineado para ir reduciéndolo.
«Si nosotros tenemos un buen Presupuesto para el año que viene, y el nuevo gobierno ratifica la Ley de Responsabilidad Fiscal y la política económica ordenada, es muy probable que el año que viene tengamos grado de inversión por lo menos de una de las calificadoras. Eso está en juego, eso es como pasar a otro nivel en términos de nuestra inserción internacional, no solamente en deuda sino también en inversión extranjera”, indicó.
Para Barreto, poner parámetros que sean razonables en función a la edad de jubilación, cuánto hay que aportar y con cuántos años de aporte hay que jubilarse son puntos necesarios a tener en cuenta en la reforma jubilatoria del sector público. Añadió que de no tomarse medidas se llegará al caso de Brasil, donde hay un sistema de puntaje que se otorga para la jubilación.
Consideró que aprobar un presupuesto por cinco años es fundamental para poder entender el impacto de las decisiones de gastos que se toman.
Entretanto, Alberto Acosta Garbarino recordó que la normativa que aprueba el Presupuesto General de la Nación es una de las más importantes, no solo porque está en la Constitución Nacional, sino también porque refleja en su contenido todos los planes que tiene el Gobierno en materia de política económica, social y ambiental. Indicó que desde el punto de vista político no sirve de mucho escuchar discursos, ya que casi todos son iguales y hablan de que van a invertir en educación, salud, infraestructura. «Pero para ver si efectivamente se va a invertir en esos sectores no es lo más importante escuchar los discursos, lo más importante es leer el Presupuesto y ver cuánto efectivamente se destina a cada uno de estos rubros», afirmó.
Finalmente, Yan Speranza rescató que el proyecto de Presupuesto 2023 es austero y moderado, además de que sostiene planes aunque no transforma mucho la estructura del plan de gasto. «Hoy la tarea fundamental es sostener, por lo menos, esto que se ha hecho. No es fácil, hay preocupaciones, hay proyectos que realmente le pueden perforar y crear una debacle al Presupuesto, pero creo que ese es el gran compromiso y la gran tarea ahora de la clase política, incluso en un año electoral», afirmó.
Fuente: DENDE