Por Shivani Singh y Colin Qian
PEKÍN/GINEBRA, 10 feb (Reuters) – La gente volvió gradualmente a su trabajo en China el lunes tras unas extendidas vacaciones por el Año Nuevo Lunar, mientras el gobierno redujo algunas de las restricciones para frenar el coronavirus, pese a que la OMS dijo que el número de casos en el extranjero podría ser “la punta del iceberg”.
La cifra de fallecidos por la epidemia se elevó el domingo a 909, todos menos dos en China continental y 97 más que el día previo. Fue la cifra más alta para un solo día desde que se detectó el brote en diciembre en la ciudad de Wuhan.
El crucero Diamond Princess, propiedad de Carnival Corp, seguía en cuarentena en el puerto japonés de Yokohama con 3.700 pasajeros y tripulantes a bordo y 65 nuevos casos detectados, lo que elevó el total de afectados confirmados a 135.
En Europa, las acciones de las automotrices expuestas a China se desplomaron, mientras que los precios del petróleo, el mineral de hierro y el cobre cayeron debido a las preocupaciones por una demanda más débil debido al brote.
British Airways dijo el lunes que todos sus vuelos a China continental han sido cancelados hasta fines de marzo, mientras el gobierno sigue recomendando realizar sólo viajes que sean esenciales al país debido al brote.
En China continental se confirmaron 3.062 infecciones nuevas el domingo, elevando el total a 40.171, según la Comisión Nacional de Salud.
Wu Fan, vicedecana de la escuela médica de la Universidad Fudan de Shanghái, dijo que hay esperanzas de que la propagación pueda alcanzar pronto un punto de inflexión.
“La situación se está estabilizando”, afirmó en una comparecencia cuando fue preguntada sobre la propagación en Shanghái, donde ha habido casi 300 casos y un deceso.
No obstante, el jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo en Ginebra que ha habido “instancias preocupantes” de transmisión entre personas que no han estado en China.
“La detección de un pequeño número de casos podría apuntar a una transmisión más extendida en otros países; en pocas palabras, podríamos estar viendo solo la punta del iceberg”, afirmó.
El virus se ha propagado al menos a 27 países y territorios, según un recuento de Reuters basado en reportes oficiales. Las dos muertes fuera de la China continental fueron en Hong Kong y Filipinas.
El número de muertos por el brote ahora ha superado el del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), que dejó unos 800 fallecidos en todo el mundo en 2002/2003.
La epidemia ha causado graves trastornos en China, donde sus habitualmente bulliciosas ciudades se han convertido en pueblos fantasma, después de que las autoridades del gobernante Partido Comunista ordenaron cuarentenas, cancelaron vuelos y suspendieron la actividad de fábricas y escuelas.
Las autoridades chinas extendieron en 10 días las vacaciones por el Año Nuevo Lunar, que deberían haber terminado a finales de enero. Pero, pese a todo, un gran número de negocios seguía cerrado el lunes y muchas personas trabajaban desde sus casas.
En la hora punta matinal se veían pocas personas viajando en una de las líneas de metro más concurridas de Pekín. Todas llevaban máscaras.
Un funcionario gubernamental en Pekín, Zhang Gewho, dijo que sería más difícil frenar la propagación del virus ahora que la gente está empezando a retomar su actividad laboral.
“La capacidad de las comunidades y el flujo de gente aumentará mucho y la dificultad de la prevención y control del virus subirá más”, señaló.
Fuente: Reuters