El senador estadounidense John McCain, un ex prisionero de guerra en Vietnam que se postuló sin éxito para presidente republicano en 2008 y se convirtió en un prominente crítico del mandatario Donald Trump, murió el sábado a los 81 años, informó su oficina.
McCain, quien representó a Arizona por más de tres décadas, había estado luchando contra un glioblastoma, un cáncer cerebral agresivo, que le fue descubierto por sus médicos en julio de 2017 y le impidió este año ejercer en el Capitolio.
También se sometió a una cirugía por una infección intestinal en abril de este año.
Su familia había anunciado el viernes que McCain decidió abandonar el tratamiento médico del cáncer.
“El senador John Sidney McCain III murió a las 4:28 pm del 25 de agosto de 2018. Con el senador, cuando falleció, estaban su esposa Cindy y su familia. Al morir, él había servido a los Estados Unidos de América fielmente durante 60 años”, dijo un comunicado de su oficina.
No se proporcionaron más detalles de inmediato.
“Tengo el corazón roto. Tengo la suerte de haber vivido la aventura de amar a este increíble hombre durante 38 años”, escribió Cindy McCain en Twitter. “Falleció de la forma en que vivía, en sus propios términos, rodeado de las personas que amaba, en el lugar que más amaba”, agregó.
La vacante creada por la muerte de McCain reduce la mayoría republicana en el Senado a 50 escaños en la Cámara alta de 100 miembros, con los demócratas controlando 49 puestos. Pero el gobernador republicano de Arizona, Doug Ducey, está previsto que designe a un miembro de su propio partido para suceder a McCain.
Eso también podría darle a los republicanos una ligera ventaja en la batalla para confirmar a Brett Kavanaugh ante el Tribunal Supremo en las próximas semanas, ya que McCain estuvo demasiado enfermo como para emitir ningún voto este año.
En momentos afable y en otros malhumorado, McCain estuvo en la escena pública desde la década de 1960, cuando como aviador naval fue derribado durante la Guerra de Vietnam y torturado por sus captores comunistas norvietnamitas durante cinco años y medio como prisionero.
Fue derrotado por George W. Bush por la nominación presidencial republicana en 2000, pero se convirtió en el candidato de su partido a la Casa Blanca ocho años después.
Después de apostar en la neófita política Sarah Palin como su compañera de fórmula vicepresidencial, McCain perdió en 2008 frente al demócrata Barack Obama, quien fue el primer presidente negro de Estados Unidos.
Obama, al rendir homenaje a su oponente electoral, dijo en un comunicado que él y McCain, a pesar de sus “antecedentes completamente diferentes” y diferencias políticas, compartían “una fidelidad a algo más alto: los ideales por los que generaciones de estadounidenses e inmigrantes han luchado, han marchado y se han sacrificado”.
Trump envía condolencias
McCain, el presidente de la Comisión de Servicios Militares del Senado, fue un crítico frecuente, así como un blanco de Trump, un republicano elegido presidente en noviembre de 2016.
McCain denunció a Trump entre otras cosas por su elogio al presidente ruso Vladimir Putin y otros líderes que el senador describió como “tiranos” extranjeros.
En julio cuestionó a Trump por su cumbre con Putin y divulgó un comunicado en el que calificó a su conferencia de prensa conjunta en Helsinki como “una de las actuaciones más vergonzosas de un presidente estadounidense en la memoria”. Dijo que Trump era “no solo incapaz, sino que no estaba dispuesto a enfrentarse a Putin”.
Fuentes cercanas a McCain dijeron que Trump no sería invitado al funeral.
Poco después del anuncio de la muerte de McCain, Trump tuiteó: “Mis más sinceras condolencias y mi respeto a la familia del senador John McCain”.
McCain, un halcón de la política exterior con una visión republicana tradicional de los asuntos mundiales, tenía un famoso temperamento y rara vez rehuía a una pelea. Tuvo varias con Trump.
Fue la figura central en uno de los momentos recientes más dramáticos en el Congreso, cuando regresó a Washington poco después de su diagnóstico de cáncer cerebral para una votación del Senado en la mitad de la noche en julio de 2017.
Aún con un ojo morado y una cicatriz de la cirugía, McCain dio una señal de aprobación en un voto para hundir un proyecto de ley respaldado por Trump que habría derogado la ley de asistencia médica de Obamacare e incrementado el número de estadounidenses sin seguro médico.
Trump estaba furioso con el voto de McCain y con frecuencia se refería a él en los mítines, pero sin mencionar su nombre.
McCain, hijo y nieto de almirantes de la Armada y quien nació en lo que era una instalación naval estadounidense en la zona del Canal de Panamá, fue elegido como representante por Arizona en 1982, después de más de dos décadas de servicio en la Armada. Fue diputado por cuatro años antes de ser votado senador por el mismo estado en 1986, para reemplazar a Barry Goldwater.
Entre otras actuaciones, instó al cierre de la prisión para los sospechosos de terrorismo en la base naval estadounidense en la Bahía de Guantánamo, Cuba, y también patrocinó una medida contra la tortura que aprobó el Congreso en 2005.
En un libro de memorias de 2002, McCain escribió: “Soy un servidor público bien informado e independiente para algunos. Y para otros, soy un falso disidente autoproclamado e hipócrita”.
Fuente: Reuters