PEKÍN, 29 ene (Reuters) – Estados Unidos y Japón sacaron el miércoles a sus ciudadanos de la ciudad china que se encuentra en el epicentro del nuevo virus, mientras el número de muertos se elevaba de manera abrupta a 132 y aparecía el primer caso en Oriente Próximo.Personal médico en trajes protectores trata a un paciente con neumonía causada por el nuevo coronavirus en el Hospital Zhongnan de la Universidad de Wuhan, en Wuhan, provincia de Hubei (China), el 28 de enero de 2020. China Daily via REUTERS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que confía en la capacidad de China para contener el coronavirus, pero la preocupación está aumentando con el anuncio por parte de las autoridades sanitarias de que el número de casos confirmados ha aumentado en 1.459, hasta los 5.974.
El número de muertes por el virus, similar a la gripe, aumentó en 26, hasta 132, casi todas en la provincia de Hubei, cuya capital es la ciudad de Wuhan, donde surgió el virus el mes pasado en un mercado de animales salvajes. La provincia central, de unos 60 millones de habitantes, está prácticamente clausurada.
“Me preocupaba mucho estar atrapado allí mientras la situación cambiaba rapidísimamente”, dijo Takeo Aoyama, que llegó a Tokio en un avión fletado que transportaba a 206 japoneses desde Wuhan. Hay más vuelos programados.
“Me siento muy aliviado”, dijo a los periodistas Aoyama, un empleado de Nippon Steel que llevaba una máscara, en el aeropuerto de la capital japonesa.
También está creciendo la preocupación por el impacto del virus en la segunda economía más grande del mundo, y las aerolíneas están cancelando vuelos a China mientras empresas de todo el mundo restringen los viajes de sus empleados al país.
Diversos sectores, desde la minería hasta los bienes de lujo, se han visto sacudidos por las preocupaciones sobre la posibilidad de una pandemia. La bolsa de Hong Kong recibió un varapalo en el primer día de operaciones tras el receso del Año Nuevo Lunar. Las acciones de los casinos y las financieras provocaron una caída del 2,5% en el índice Hang Seng, que cayó a su nivel más bajo en siete meses.
Los mercados de la región, sin embargo, detuvieron su caída, y las acciones de Japón, Australia, Corea e India se mantenían estables o mostraban subidas, mientras las divisas permanecían estables en gran medida.
Los mercados chinos reanudan la actividad comercial el 3 de febrero.En Australia, un grupo de científicos dijo que había desarrollado una versión del coronavirus cultivada en laboratorio, la primera recreación fuera de China, lo que podría suponer un hito importante en la contención del virus.
TODAS LAS OPCIONES
A medida que las infecciones se extienden y el número de casos aumenta, numerosos países se apresuran a sacar a sus ciudadanos de Wuhan y tratar de frenar el virus.
Un responsable del Gobierno de Estados Unidos que pidió no ser identificado dijo a Reuters que un avión chárter de Estados Unidos había salido de Wuhan. Tenía 220 personas a bordo, según una fuente diplomática estadounidense, y entre ellas había 50 diplomáticos y contratistas.
Australia dijo que ayudaría a algunos ciudadanos a salir y luego los pondría en cuarentena en la Isla de Navidad, una remota mancha en el Océano Índico más conocida por albergar a solicitantes de asilo.
Autoridades estadounidenses dijeron que la Casa Blanca estaba sopesando la posibilidad de suspender los vuelos a China, lo que supondría una medida drástica para controlar la propagación de la enfermedad.
“Todas las opciones para hacer frente a la propagación de enfermedades infecciosas tienen que estar sobre la mesa, incluyendo las restricciones de viaje”, dijo el secretario de Sanidad de Estados Unidos, Alex Azar.
La Casa Blanca está celebrando reuniones diarias sobre el brote y vigilando los vuelos entre China y Estados Unidos como posible fuente de infecciones, dijeron fuentes informadas sobre el asunto, aunque ha decidido no suspender el tráfico aéreo por el momento.
Un alto cargo de la Administración Trump dijo que no se había pedido a las aerolíneas que suspendieran los vuelos, después de que la CNBC informara de que la Casa Blanca había dicho a los ejecutivos de las aerolíneas que estaba considerando la medida.
TRANSMISIÓN
El número de casos en China supera ahora la cifra de 5.327 infectados con el coronavirus del síndrome respiratorio agudo y grave (SRAS, por sus siglas en inglés), que mató a unas 800 personas en todo el mundo en 2002 y 2003.
Si bien algunos expertos creen que la nueva cepa, conocida como “2019-nCoV”, no es tan mortal como el SARS, ha creado alarma porque se está propagando rápidamente y todavía se desconocen sus principales características, incluida su letalidad.
Al igual que otras infecciones respiratorias, se propaga por medio de gotitas de la tos y los estornudos, y el tiempo de incubación es de uno a 14 días. Hay algunas señales de que también podría propagarse antes de que se manifiesten los síntomas.
Wuhan, con una población de 11 millones, se apresura a construir dos hospitales dedicados a las víctimas del coronavirus. La capacidad del segundo se ampliará de 1.300 a 1.600 camas, dijo el oficial Diario del Pueblo.Se han notificado casi 60 casos en otros 15 países, incluidos Estados Unidos, Francia y Singapur. Los aeropuertos de todo el mundo están examinando a los pasajeros de China.
Emiratos Árabes Unidos (EAU) diagnosticó su primer caso en una familia de Wuhan, dijo la agencia de noticias estatal WAM, que basaba su información en el Ministerio de Sanidad de EAU. Por el momento se desconoce cuántas personas se infectaron.
En Alemania, cuatro personas de la misma empresa se infectaron, en uno de los primeros casos de transmisión de persona a persona fuera de China.La OMS ha comunicado un caso sospechoso de transmisión entre personas en Vietmam y otro en Japón.
Información de Lusha Zhang, Gabriel Crossley, Tony Munroe, Huizhong Wu, Cheng Leng y Judy Hua en Pekín; Información adicional de Michelle Nichols en Naciones Unidas, Stephanie Nebehay en Ginebra y Matthias Blamont en París, Akira Tomoshige en Tokio; escrito por Stephen Coates y Robert Birsel; editado por Michael Perry y Clarence Fernández; traducido por Tomás Cobos