Sí, sobre los escombros dejados por quienes te han visto perecer hundida en la ciénaga pestilente de la corrupción y el cinismo.
Te levantarás de entre los egoístas que han tomado de rehén el Estado para volvernos a todos cautivos de su indolencia, deshonestidad e incapacidad. Emergerás sobre el abandono en que te han dejado tus gobernantes solo interesados en llenar sus carencias y no en administrar tus riquezas abundantes y generosas.
Volverás a ponerte de pie. No claudicarás más ante aquellos que te rodearon de lisonjas diciendo que tu partido era agrarista y al servicio de los hombres libres. Te animarás a desafiar a tus verdugos empotrados en una justicia delincuencial a la que los bandidos nunca temen y solo persiguen a los débiles y pobres. No te venderás por 30 monedas de plata.
Te levantarás Paraguay de tus cenizas luego de esta oprobiosa guerra de desgaste a la que te sometieron en nombre de la tiranía del “orden y progreso” y luego en esta democracia de pacotillas gerenciada por los mismos coristas del tirano que se fue. Volverás a creer en tu identidad de pueblo bueno, manso y resiliente. A veces demasiado para soportar a tus verdugos sin darte cuenta de sus engaños y retórica hueca. Volverás a creer en el “che mboriahu pero che delicado” (soy pobre… pero digno). No te contentarás con los mendrugos. Te sentarás en el banquete de la patria grande, orgulloso de tus blasones sostenidos en tu salud cuidada y respetada y, en tu educación al servicio de tu libertad.
Creerás de nuevo en los valores que construyeron tu “teko” (identidad) sobre la que construiste una Nación a pesar de sus guerras, holocaustos, revoluciones, tiranos y ladrones. Renacerás Paraguay en Pascuas de la mano de tus mejores hijos que te harán digno y orgulloso al punto de detestar y castigar a los que te mienten para robar y te llenan de alabanzas para adormecerte ante la realidad.
Te liberarás de la cruz y de los ladrones que te rodean. La verdad no te molestará nunca más. No tendrás que salir de tu patria para sobrevivir. Lo podrás hacer en esta tierra ubérrima en la que labrarás tu porvenir respetando el medio ambiente que te enriquece en su equilibrio. No serás tan cómplice de los que inventan miles de trucos para robar tus impuestos y tus esperanzas. De esos que deberían servirte pero se sirven. Los que tendrían que estar a tus ordenes pero se han vuelto tus amos llenos de codicia, lujuria y gula. El Estado volverá a ser tuyo porque tendrás gobiernos que se te parezcan en tus virtudes y no los que dicen que te mereces en desgracia.
Esta larga cuarentena ha desnudado por completo la fantasía en la que vivíamos. En la mentira de las formalidades. En las distracciones tontas y vanas. Renacerás Paraguay en Pascuas y miles de cirineos estarán a tu lado para ayudar a cargar la cruz de la existencia. Ella será más liviana siempre cuando la alteridad convierta el destino del otro en el de uno mismo.
Volveremos a ser una patria con una identidad sostenida en valores y con un destino luminoso para todos. Ha sido una vergüenza que siendo tan pocos, viviendo en un país tan grande y con una rica historia por detrás, tengamos este presente que tenemos y un futuro robado a muchos. Basta de posposiciones. Es la hora de construir la patria dignificada en una Nación como la nuestra.
Resucitarás Paraguay en Pascuas como el Nazareno y aunque muchos tarden en comprobar que has renacido, verán tus llagas y tu cuerpo lanceado para que por fin tu dignidad te libere de tus captores para decir finalmente en libertad: unión e igualdad.
¡Felicidades Paraguay!
Publicado en Ultima Hora