Todas las adversidades del mundo parecen más dañinas en la Argentina, donde la divisa tocó el récord y el riesgo país sigue para arriba. Habrá más presión en el cierre de la semana.
Si bien el factor psicológico es lo que magnifica las subas, en el Banco Central dejaron demasiados hilos sueltos para un plan monetario que significó un apriete total del dinero en circulación y una suba de impuestos. Dos elementos que, aplicados al mismo tiempo, se llevan mal.
Lo que nunca imaginó Guido Sandleris, el titular del Banco Central, que no lograría abatir la inflación y que el mundo comenzaría con una crisis que se llevó puesto a los bonos y divisas de países emergentes. El único éxito de la estrategia de Sandleris fue efímero, mantener al dólar en calma durante cuatro meses.
El jueves, la divisa de Estados Unidos subió nada menos que 0,73% frente a las seis principales monedas del planeta. La que más cayó fue el euro porque el Banco Central Europeo (BCE) mantuvo las tasas de interés sin cambios y está tratando de dar estímulos a los países asociados porque no pueden superar su estancamiento. Están creciendo poco y por debajo de las estimaciones más modestas.
Si bien el factor psicológico es lo que magnifica las subas, en el Banco Central dejaron demasiados hilos sueltos para un plan monetario que significó un apriete total del dinero en circulación y una suba de impuestos
Las Bolsas del mundo sintieron el efecto y se acrecentaron las dudas de los inversores sobre si finalizará la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Impacientes, se volcaron al bono norteamericano y se fueron de acciones. En Wall Street, los tres principales índices, el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq, padecieron su cuarta caída consecutiva. Todas las bolsas de Europa y Oriente bajaron. En México la bolsa acumuló nueve caídas consecutivas.
Las acciones de las bolsas de Argentina y Brasil, fueron dos extraños en el mundo porque lograron subir. Brasil subió apenas 0,13%, pero el S&P Merval superó 2 por ciento.
Fue lo único sobresaliente que tuvieron ambas naciones porque en la Argentina el riesgo país subió a 783 punto básicos. En Brasil el riesgo creció 1,42 por ciento.
Todas las adversidades parecen más dañinas en la Argentina que en cualquier otra parte del mundo. La inflación y la proximidad de elecciones presidenciales, combinados, son inflamables.
Por otra parte, los fondos del exterior en particular los que llegaron durante la gestión de Luis Caputo en el Banco Central y representaban casi 25% del capital externo que estaba invertido en pesos, terminó de irse.
La demanda sobre el dólar comenzó desde temprano y nunca cedió a pesar de que el Banco Central intervino al menos tres veces en el mercado de futuros
La demanda sobre el dólar comenzó desde temprano y nunca cedió a pesar de que el Banco Central intervino al menos tres veces en el mercado de futuros para evitar que la tendencia se expanda y para contener a los compradores de contado.
Pero nada dio resultado. El dólar mayorista cerró en el máximo del día a $42,60 lo que significa un alza de $ 1,80 (+4,41%). En bancos y casas de cambio, el dólar al público subió $1,7 a $ 43,41 (+4,08%), según el promedio del Central. Un detalle que no pasó inadvertido es que el Banco Nación vendía el dólar 9 centavos más caro que los demás bancos, cuando generalmente sucede al revés.
El que dio el salto más grande fue el «blue» que estaba retrasado frente al dólar oficial. La divisa en el mercado marginal cerró a $ 42,70 (+6,75%). Subió $2 con más negocios de los esperados.
Las reservas crecieron USD 66 millones a 68.415 millones a pesar de que en el mundo por la caída del euro y otras monedas se perdieron 38 millones, se pagaron 4 millones a organismos internacionales y un millón a Brasil. La suba de las reservas se debe al crecimiento de los depósitos en dólares que tienen que hacer encaje en el Banco Central. Estos depósitos aumentan porque el público y las empresas prefieren tenerlo depositados, no solo porque están en blanco sino para evitar pagar alquileres de cajas de seguridad.
Los bonos en dólares subieron, pero menos que el billete. El Bonar 2024, e título de referencia, aumentó 2,92% y el Discount en dólares que nació con el canje de la deuda, 1,14 por ciento. Esto, más la suba del bono del Tesoro de Estados Unidos, explica el fuerte aumento del riesgo país.
La suba de las reservas se debe al crecimiento de los depósitos en dólares que tienen que hacer encaje en el Banco Central
La Bolsa con negocios por $1.071 millones, un volumen importante, subió 2,43 por ciento. El principal indicador, el S&P Merval donde se agrupan las acciones líderes, cortó un rally de seis pérdidas consecutivas gracias a los compradores de oportunidades que se abalanzaron sobre las acciones más castigadas. YPF con un aumento de 7,90% fue lo más destacado. Esta acción fue la que más bajó el día anterior. Transportadora Gas del Norte, otra perdedora del miércoles, avanzó 6,27% y Pampa energía, 5,36 por ciento.
En Wall Street, los ADR’s argentinos se desplomaron. Los certificados de tenencias de acciones solo tuvieron dos papeles en alza: Banco Francés (+0,48%), YPF (+0,39%) y Ternium (+0,07%). Las caídas más notables fueron las de IRSA (-6,02%), Edenor (-4,06%) y Banco Supervielle (-3,05%).
Mientras esperan la liquidación de la cosecha, la última esperanza para abatir el dólar, el Central trata de aplacar la suba del billete, que se parece encaminarse a la línea superior de la banda de flotación, subiendo las tasas. Pero para la cosecha falta algo de tiempo y esto juega en contra porque el ingreso se producirá en una fecha más cercana a las elecciones presidenciales. Cada día juega en contra en el mercado financiero.
El S&P Merval donde se agrupan las acciones líderes, cortó un rally de seis pérdidas consecutivas gracias a los compradores de oportunidades que se abalanzaron sobre las acciones más castigadas
Por eso la reacción del Banco Central en la licitación de Letras de Liquidez (Leliq) donde colocó $223.174 millones que le permitieron absorber $62 mil millones, fue pagar una tasa promedio de 51,86% que es nada menos que 1,86 puntos más elevada que la del día anterior. La tasa máxima la subió 2,04 puntos a 53,5 por ciento.
La receta de absorber dinero y subir las tasas siempre da resultado cuando no hay factores extra mercado como la pérdida de confianza en el peso. Si bien el Central absorbe circulante, el dinero para la compra de dólares proviene de los plazos fijos que no se renuevan o de fondos de inversión. Es difícil armar dos carry trade consecutivos, es decir vender dólares para colocar los pesos a plazo fijo aprovechando la tasa. «El que se quema con el peso ve un animal autóctono y llora», dijo irónicamente un operador haciendo alusión a la fauna que ilustra la moneda argentina.
Fuente: Infobae
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