Falleció legendario diseñador de modas
«Jamás tuve miedo de arriesgarme», había dicho
REDACCIÓN ANSA
(ANSA) – PARIS 29 DIC – El diseñador italiano Pierre Cardin, pionero del prêt-à-porter y el primer modisto en ingresar a la Academia de Bellas Artes, lo que hizo que la moda sea reconocida como un arte de pleno derecho, falleció hoy a los 98 años en el hospital de Neuilly, oeste de París.
«Es un día de gran tristeza para toda nuestra familia, Pierre Cardin ya no está. El gran diseñador de moda que fue, atravesó el siglo, dejando a Francia y al mundo un legado artístico único en el mundo, pero no sólo», escribió su familia en un comunicado.
«Estamos orgullosos de su tenaz ambición y de la audacia que demostró a lo largo de su vida. Hombre moderno con múltiples talentos y una energía inagotable, se involucró muy pronto en los flujos de la globalización de bienes y el comercio», agrega el texto.
Cardin, nacido en Italia en 1922, emigró a Francia junto a su familia cuando era muy pequeño. Allí, en París, estudió arquitectura, luego trabajó con las diseñadoras Jeanne Paquin y Elsa Schiaparelli y llegó a ser el jefe del atelier de Christian Dior en 1947.
En 1950, quiso ingresar a Balenciaga, algo que le fue negado y entonces decidió fundar su propia marca. En 1953, Cardin se inició en la alta costura.
o demás, es historia. Fue un precursor absoluto, que sacudió estilos en los años ’60, con vestidos futuristas.
Además, fue el primero que no solo incluyó a una modelo negra y a otra japonesa en las pasarelas sino que hizo desfilar a hombres.
Trabajador incansable, Cardin no dejó de hacerlo hasta los últimos días de su vida: «Es mi razón de existir», había confesado hace un año en una entrevista.
Su proyecto era llegar a los 100 años «y recomenzar».
El modisto, de voz sutil, espíritu muy claro, sonrisa educada y con el encanto de un hombre que siempre miró hacia adelante y nunca tuvo miedo de correr riesgos, habló de sí mismo en el documental «House of Cardin», de P. David Ebersole y Todd Hughes, presentado en la Jornada de Autores en la Mostra de Venecia, en 2019 y que llegó a los cines a través de Wonder Pictures.
Era una persona tan reservada que «Enigma Cardin» era sin duda su marca. Fue un hombre de negocios además de un artista, capaz de crear un imperio (su valor estimado supera los 1.000 millones de dólares), innovando en el estilo e imprimiendo su nombre en centenares de productos.
Sin hablar de su especial habilidad para exportar alta costura al exterior: cada vez que podía recordaba que todo había comenzado con «200 mil de estos abrigos rojos vendidos en Estados Unidos».
También llegó a Rusia y a China a fines de los años ’70, donde abrió un camino para la moda europea.
«Se necesita tener una gran voluntad y deseo para crear cosas nuevas. Por otra parte, yo adoro arriesgarme», decía Cardin.
Para él, la moda «es un reflejo del pensamiento, permite a las personas expresar su personalidad», afirmaba.
De sus riesgos y desafíos a los cánones de la moda hablan distintas figuras reconocidas en el documental, entre ellos, Jean Paul Gautier, quien define a Cardin como «un emperador total», y la modelo Naomi Campbell, que lo considera «un revolucionario».
También prestaron su testimonio la actriz Sharon Stone, Alice Cooper -quien protagonizó el primer concierto de rock en el espacio teatral Espace Cardin, que el diseñador, amante del teatro, tuvo durante 52 años-; Jean Michel Jarre, Dionne Warwick, Philippe Starck y tantos otros amigos y colaboradores. Cardin fue, para su época, también un revolucionario en su vida privada. Tuvo dos grandes amores: el diseñador André Oliver -su mano derecha, que falleció en 1993- y la actriz Jeanne Moreau.
«Amo la virilidad en un hombre y la feminidad en una mujer, como el agua y el vino, no me gusta mezclar», repetía.
«Tuve una vida maravillosa», dijo no hace mucho. ¿Quién puede negarlo? (ANSA).